La pena de prisión perpetua para los cinco rugbiers y los 15 años por ser partícipes secundarios para los tres restantes, dejó conforme a la mamá y al papá de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado en 2020 en la localidad bonaerense de Villa Gesell.»Me dio paz y calma que se sepa quienes lo asesinaron», resaltó.
La mamá del joven estudiante de Derecho, asesinado en las puertas del boliche Le Brique, fue calificada de manera positiva a la labor que llevaron adelante los abogados y señaló: «Estamos felices por el trabajo que hicieron los abogados».
Sosa manifestó que se encuentran «conformes» con las condenas para los 8 acusados. Y que la tarea que cumplió el Tribunal de Dolores le dio «paz y calma que se sepa quienes lo asesinaron».
Después de la condena, la mamá de Fernando Báez Sosa dio una conferencia de prensa y expresó que «hoy vi sonreír a Fer y ahora puede descansar en paz. Estamos conformes y es lo que esperamos desde hace tres años. Me dio paz y calma que se sepa quienes lo asesinaron».
La condena dictada por el Tribunal Oral N°1 de la localidad bonaerense de Dolores, dictó prisión perpetua para los cinco acusados y 15 años para los tres restantes, por ser partícipes secundarios del asesinato de Fernando Báez Sosa.
Por otra parte, el padre del estudiante de Derecho, Silvino Báez resaltó el acompañamiento de la sociedad y destacó la tarea que llevaron adelante los letrados con el objetivo de defender a su hijo, conducido por Fernando Burlando, Fabián Améndola y su hijo Facundo Améndola.
Báez reivindicó la labor jurídica e indicó que, «seguramente los abogados van a apelar, pero es tarea de ellos. Estamos felices por el trabajo que hicieron».
El papá y la mamá del joven asesinado sostuvieron sentirse «conformes» con el veredicto. Y aclararon que, a pesar de que el equipo de abogados realizará una presentación con el objetivo de que todos los condenados obtengan prisión perpetua por igual, «vamos a aprender a vivir con el dolor. Ahora podemos sonreír un poco».
Para terminar, la mamá de Fernando, se refirió a los estados emocionales que tenían los imputados durante la lectura de la sentencia. Y manifestó: «Ellos disfrutaron de matar a mi hijo. No puedo perdonarlos porque la ausencia de Fer es perpetua».
«Ya no hay abrazos, un te quiero, una torta para su cumple, pero ahora hay que seguir para adelante», puntualizó Graciela Sosa.
