Cinco de los ocho rugbiers fueron condenados a prisión y los tres restantes recibieron una condena de 15 años por ser considerados partícipes secundarios.
Los autores materiales, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, y Luciano y Ciro Pertossi fueron condenados a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa.
Mientras que Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli fueron considerados por la Justicia, culpables. Pero siendo partícipes secundarios.
Según los jueces Christian Rabaia, María Claudia Castro y Emiliano Lazzari, los jóvenes condenados a perpetua por ser coautores del delito de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves”.
Cabe destacar que a la hora de la lectura, y justo cuando se desarrollaba el veredicto, Máximo Thomsen, quien ya había sido condenado a prisión perpetua, se descompensó y se pidió desalojar la sala con la idea de que sea asistido cuanto antes.
Mientras Thomsen era atendido, su madre Rosalía Zárate gritó en medio de todos los presentes: «Esto es todo una mentira, saquen a todos los periodistas, la puta que los parió. Tres años torturándolo, No me importa más nada”.
Los votos de Rabaia, Lazzari y Castro hicieron lugar a lo planteado por los fiscales Gustavo García y Juan Manuel Davila. Y en ese sentido, se ordenó que se extraigan copias de la causa y se de inicio a una investigación para determinar si Tomás Colazo y Juan Pedro Guarino, incurrieron en los delitos de «falso testimonio». Teniendo en cuenta que los dos rugbiers no fueron sometidos a juicio.
Una vez concluida la audiencia, los 8 jóvenes fueron trasladados a la Unidad Penal N° 6 de la localidad bonaerense de Dolores, a la espera de que se resuelva su situación y sean alojados nuevamente en la alcaldía de la ciudad de La Plata.
Cabe destacar que en sus alegatos de cierre, los fiscales Gustavo García y Juan Manuel Dávila, además de los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola, quienes son los representantes de la familia Báez Sosa, consideraron que los asesinos del joven estudiante de Derecho, debían ser condenados como coautores
del delito de “homicidio doblemente calificado, en concurso ideal con lesiones leves”, por la brutal paliza que recibieron los amigos de Fernando, cuando intentaron ayudarlo.
Por su parte, la defensa de los rugbiers, el abogado Hugo Tomei consideró en su alegato que los ocho jóvenes deberían ser absueltos por la “incongruencia” que existe entre la acusación original y la que detalló la fiscalía cuando pidió la pena.