La primera audiencia contra los ocho rugbiers acusados de asesinar al joven Fernando Báez Sosa, contó con el testimonio de la mamá, María Graciela Sosa Osorio, quien aseguró, entre lágrimas: «No tengo nada, no tengo razón para vivir».
El caso del joven Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes el pasado 18 de enero de 2020 frente a un boliche de la localidad de Villa Gesell, trajo varias situaciones, en el marco de la primera audiencia del juicio contra los 8 rugbiers imputados por el crimen.
El juicio se lleva adelante en los tribunales bonaerenses de Dolores, y la primera en declarar fue la madre de la víctima, María Graciela Sosa Osorio. Quien aseguro que no solo es “una mujer acabada”, sino que su hijo “era un ángel”.
Sosa Osorio realizó su testimonio en medio de una fuerte conmoción y lágrimas, explicando que aún no comprende cómo un grupo de chicos de la misma edad de su hijo lo golpearon brutalmente arrebatándole la vida.
“Éramos inseparables. Éramos una familia feliz, humilde, que tratamos de inculcar los mejores valores a nuestro hijo. Era un chico muy sacrificado, desde chiquito”, indicó la mamá, siendo la primera testigo del juicio en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la localidad bonaerense de Dolores.
Si bien, la testigo no se encontraba bien, producto de las fuertes emociones que posee a partir del asesinato de su hijo, la madre de Fernando manifestó: “No comprendo, y nunca aceptaré, cómo chicos de la edad de Fer le hayan hecho esto. Lo atacaron por la espalda, lo tiraron por el piso, le reventaron la cabeza…ese cuerpito que yo lo tuve nueves meses en mi panza”.
«No tuvieron piedad. Le llamaban ‘negro’. Era mi príncipe. Lo educamos tanto y que de un día al otro aparezcan en su camino. ¿Con qué derecho le arrebataron la vida?», le preguntó María Graciela Sosa Osorio a los rugbiers, quienes estaban presentes, y le quitaron la vida a su propio hijo. Y agregó: «No tengo nada, no tengo razón para vivir. ¿Saben lo doloroso que es ir al cementerio, tocar la foto de él y no tener respuesta? Somos huérfanos para siempre. Quiero un poco de paz».
El debate por la muerte del joven Fernando Baez Sosa, comenzó cerca de las 10 de la mañana. Cabe destacar, que los ocho rugbiers fueron llevados hasta los tribunales de Dolores. Y fueron custodiados por una importante cantidad de agentes policiales del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), cumplen actualmente prisión preventiva en la cárcel de la localidad bonaerense de Florencio Varela. Los acusados llevan tres años en el mismo distrito, y fueron trasladados a Dolores un día antes del juicio.
