Alejandra León, la maestra del arquero marplatense y campeón del mundo, recordó de una manera muy emotiva, la vida del “Dibu” y su paso por el Colegio Sagrada Familia. “Se notaba muy bien que no le gustaba la escuela, que lo de él era el fútbol. Yo lo tenía en lengua y Ciencias Sociales”.
León sostuvo que conoció al profesional del fútbol en quinto y sexto año de la escuela primaria, y destacó la actitud que tenía. Además, señaló que es imposible no sentir felicidad por el lugar que hoy ocupa en el país y el mundo.
La maestra de primaria aseguró que es emocionante ver triunfar a una persona que ella tuvo en la escuela. Y que hoy, a lo lejos es un hombre que siempre fue por lo que quiso, y teniendo una postura y un objetivo muy claro.
Alejandra León quien se jubiló después de 26 años de ser docente a tiempo completo en el Colegio Sagrada Familia del barrio Puerto, detalló que el arquero forma parte de una gran generación. Y que es un ejemplo de muchos jóvenes que tenían seguridad en lo que hacía. Aunque aclaró que no le gustaba mucho la escuela.
La profe León aseguró que cuando “El Dibu” se encontraba cursando quinto y sexto año de la escuela primaria. Antes de irse a la pensión del Club Independiente de Avellaneda con tan solo 12 años, ya se notaba su gran interés por la actividad deportiva.
«Yo siento un orgullo tremendo, como toda mi vida de todos mis alumnos. Pero éste Dibu, le ha dado una alegría a todo el país. Como dice él, a 47 millones de argentinos», resaltó la maestra con una sonrisa en la cara y con una voz que refleja la alegría y la felicidad que le da a una persona que compartió con el campeón del mundo, el mismo salón.
“Era un alumno excelente, súper educado, muy capaz. Se notaba muy bien que no le gustaba la escuela, que lo de él era el fútbol”, indicó la maestra, y completó: “Yo lo tenía en lengua y Ciencias Sociales. Hasta el día de hoy recuerdo su hermosa letra, muy linda. Respetaba todos los signos de puntuación y tenía una escritura muy prolija».
A su vez, Alejandra León, sostuvo que los papás del “Dibu”, solicitaron en la escuela donde ella trabajaba, que cambien de horario a Emiliano, a partir de Quinto grado, para poder seguir con el entrenamiento en el Club Atlético San Isidro.
“Emi siempre hablaba de sus sueños, de fútbol. Cuando yo hacía suplencias en el turno tarde, recuerdo vívidamente verlo salir corriendo junto a su hermano Alejandro hacia un Jeep rojo del padre. Tengo la imagen que los esperaba en la esquina de Rondeau y Ayolas, y ellos corrían porque se les hacía tarde para entrenar”, recordó “la seño”.
Por último, León expresó: «Recuerdo a una familia muy humilde. Un papá muy trabajador, muy querido en la zona del puerto. La mamá, una señora sencilla, venía a las reuniones y los actos. Yo hablaba más con el padre, que era quien lo llevaba a Emiliano. Todo lo que pedíamos desde el colegio, ellos cumplían con todo. Un nene de mucho sacrificio, porque él estaba al día con las tareas, pero no dejaba de entrenar en ningún momento. Fue alguien muy especial, dedicado a su pasión”.